Recientemente, he recibido en mi casa de acogida de motos desamparadas, una scooter Aprilia Scarabeo 150, una generosa donación de su anterior propietario que prefiere enviarla al asilo antes que al desguace. Aquí estará muy bien atendida.
La moto ha tenido un trato excelente y ha llegado a los 50.000 Kms sin mayor problema, Tras dos años parada, se impone una revisión a fondo y la reparación de los fallos que originaron su arrinconamiento:

Recogemos la moto del servicio oficial en el que se encuentra, para llevarla a casa. Según nos cuenta el jefe de taller tiene el bendix roto y es una pieza muy cara, la reparación costará, como mínimo 750€ más lo que vaya saliendo…“todo el mundo sabe que los repuestos Rotax son muy caros”.

Si no te quieres arruinar manteniendo tu parque móvil, es necesario poner en duda las afirmaciones presupuestarias de los mecánicos que sin haber abierto el motor, tienden a valorar las averías mirando la cara del cliente. A juzgar por las valoraciones que suelo recibir, debería preocuparme más por mi apariencia.
Una vez en casa, comprobamos que la batería está fuera de servicio. La extraemos de su habitáculo y vemos que está completamente seca; vamos a intentar regenerarla, operación que no siempre tiene éxito y que solamente vale para un caso como éste de batería inactiva durante largo tiempo:

Retiramos los tapones de los vasos y rellenamos con ácido sulfúrico al 35%, dejando reposar al menos dos horas.
Luego procedemos a cargarla a muy baja intensidad durante dos días, seguida de dos días de reposo y otra carga igual durante otros dos días. De esta manera evitamos que se desprenda la pasta de sulfuro de plomo y recuperamos la batería.
Hemos conseguido que la batería vuelva a su estado original. Ahora podemos seguir comprobando el estado de la moto: El alumbrado funciona perfectamente y también los sistemas eléctricos.

Al intentar arrancar notamos fallos y ruidos de engranajes, posiblemente por problemas en el mecanismo de arrastre, el motor gira, lo cual indica que no parece ser “el bendix “(en un scooter automático es el trinquete de rueda libre). Tras muchos intentos el motor arranca y podemos comprobar que no puede mantener el ralentí y que el motor está fuera de punto. Detectamos otros problemas, como fugas de líquido refrigerante, un espejo retrovisor roto y el mecanismo de apertura del asiento destensado.
Vamos pues, a desmontar completamente la moto e ir rehabilitando todo lo que nos vayamos encontrando para darle una segunda vida a esta preciosa scooter de rueda alta.
Empezamos por desmontar el carenado, es una tarea tediosa, típica de un scooter. Este modelo tiene al menos 12 cubiertas que es preciso retirar una a una, siguiendo un orden y guardando cada pieza por separado junto con sus tornillos para facilitar el montaje.
A medida que se va desmontando la moto vamos documentando el estado de los componentes y anotando las piezas a sustituir, así como los tornillos que se han ido perdiendo por el uso o por el descuido de los mecánicos. Antes usaba papel y lápiz, ahora el teléfono móvil me permite fotografiar los detalles. Por si me quedaran dudas, el eficiente Dr. Google me ha suministrado la direccion www.pdfmotomanual.com en la que me descargo gratis los manuales de taller de Aprilia y BMW (su scooter C200 usa el mismo motor) con los despieces y los pares de apriete. ¡vaya derroche de medios!

Una vez descubierto completamente el motor y retirado el motor de arranque, comprobamos que éste se encuentra perfecto, lo que confirma nuestra sospecha de que el fallo está en el arrastre, hay que seguir desmontando, pues este modelo tiene el béndix dentro del semicárter derecho y habrá que retirar la tapa de ese semicárter.

Retiramos el motor junto con la trasmisión y la rueda trasera y lo desacoplamos del bastidor: para ello es necesario desconectar el freno trasero, el amortiguador trasero, el eje del basculante y todos los conectores, manguitos y cables que llegan al motor.
Afortunadamente, el conjunto motriz se separa del scooter conservando el caballete, lo que permite no hacer un gran esfuerzo en cargar con el peso del motor.

Bloqueamos el motor introduciendo un tornillo de 10×1 en el hueco de inspección, girando el motor hasta llegar al PMS.
Ahora procedemos a retirar la tapa del semicárter derecho, dejando al descubierto el volante magnético que lleva atornillado el mecanismo de rueda libre. Rápidamente encontramos el culpable de la avería, que no es otro que los tres tornillos que sujetan este mecanismo: Se han aflojado y de milagro no se han salido, el destrozo que podrían haber originado sería muy grave. Los tres tornillos se sueltan con la mano y se encuentran pasados de rosca y completamente machacados. Posiblemente, al apretarlos no se les puso el sellante con el que hay que fijarlos, pues se trata de tornillos de rosca cortante (Tornillos TAPITE) y hay que sellarlos siempre que se aprietan.

Separamos el volante del eje motor con un extractor fabricado con un tornillo de M10x1,5 y revisamos todos los engranajes buscando desgastes o roturas.

No parece haber más daños, hacemos una lista de recambios a comprar, incluyendo arandelas, juntas, sellantes, bujías, filtros y alguna que otra pieza que se justifique sustituir una vez abierto el motor, como el “costoso” bendix.

Hacemos dos pedidos en tiendas virtuales de repuestos originales, una española y otra holandesa. Total: 170 euros entre las dos incluyendo gastos de envío. Parece que los recambios ROTAX y APRILIA no son tan caros como nos habían anticipado.
Mientras llegan las piezas, comenzamos por hacer el ajuste de vávulas, retirando la tapa de balancines. Las holguras de los taqués están completamente desajustadas, con la ayuda de unas galgas ponemos en 0,08 las válvulas de admisión y 0,09 las de escape.

Limpiamos las roscas del volante de restos de metal y de sellante, para ello pasamos un macho roscador sin forzarlo, limpiando con un pincel empapado en gasóleo.

Una vez recibidas las piezas, iniciamos el montaje. Colocamos el nuevo mecanismo de arrastre y atornillamos el soporte al volante, aplicando el sellante LOCTITE 243 y apretando los tres tornillos a su par de 6 Nm. Como la avería no ha sido cara, he aprovechado para comprar una llave dinamométrica pequeña que me permitirá apretar con precisión los pares bajos de un motor pequeño, que una llave potente no mide con la misma exactitud.
Instalamos de nuevo todos los engranajes del arranque, sellamos el volante con LOCTITE 648 y lo introducimos en el eje del cigueñal, apretando la rosca a 10Nm.

Ahora ponemos la nueva junta del semicarter derecho y sellamos el paso de cables con 3BOND, apretando los tornillos a 13Nm.

Ponemos los tapones de aceite y agua, cambiando las arandelas de cobre y apretando a sus pares respectivos de 13Nm y 10Nm.
Colocamos la nueva bujía que se aprieta a 13Nm
La tapa de entrada de agua al motor tiene cierta holgura producida al utilizar los restos de un termostato como junta. El calentamiento excesivo que me había comentado su propietario podía estar producido por esta ñapa. Lo retiramos todo y limpiamos bien el alojamiento de la nueva junta . Para mayor garantía aplicamos un sellante para juntas de radiador.

Ya podemos volver a unir el motor al basculante y reconectar todos los elementos.

Le toca el turno al termostato, que va ubicado en la parte delantera debajo del radiador. Lo sustituimos por uno nuevo, también cambiamos todas las abrazaderas de clip por unas ajustables de acero inoxidable, para evitar las fugas por los manguitos.

Ahora desarmamos el manillar para recentrarlo, pues se encuentra descentrado, posiblemente por un golpe o una caída.

También cambiamos el espejo retrovisor izquierdo que está roto.
Terminamos de montar todos los carenados y tapas, sustituyendo el protector de la llave de contacto que estaba roto por el uso. Tensamos el cable del asiento y ponemos los reposapiés y el cofre.

Tras pasar la ITV, la moto está lista para comenzar una nueva vida en mi pequeño parque móvil, que no llega de lejos al de mi hermano Josemy
