Archivos de la categoría E-administración

Me gusta meter el dedo en la llaga de las webs que sufro cada día. Una pequeña venganza.

Los analfabetos españoles tienen que ser internautas

De forma progresiva desde hace unos años se está limitando la atención presencial en las ventanillas públicas. En la Seguridad Social ya hay determinados trámites que no se atienden. En Hacienda la inmensa mayoría de las autoliquidaciones de impuestos sólo pueden realizarse vía “oficina virtual” incluso para las personas físicas, que es como llaman en Hacienda a los seres humanos.

También se ha restringido la posibilidad de presentar formularios rellenados a mano. Digo yo que si los impresos te los venden en “formato analógico”, o sea en papel, no sé cómo vas a rellenarlo si no es con un bolígrafo, puesto que las máquinas de escribir murieron el siglo pasado. Sin embargo el anacronismo de exigir fotocopias de los originales, ése no se pierde. Pretender entregar un “pincho” de memoria con copia de los documentos escaneados en pdf o pedir al funcionario que haga él mismo las fotocopias que necesite es una ofensa castigada con el destierro de la oficina, avisando al guardia de seguridad para que no te deje volver a entrar.

En principio suena bien, muy bien, que la Administración del Estado se modernice y utilice las nuevas tecnologías para dinamizar y agilizar la atención al público. Llevamos un retraso milenario en atender con eficiencia a los administrados y ya era hora de que surgieran las ventanillas electrónicas, las oficinas virtuales, los registros telemáticos, las convocatorias por internet, etc, etc. Siempre se podrá mejorar y optimizar los procedimientos utilizados y el solapamiento de funciones, pero en general son mecanismos necesarios que redundan en una mayor comodidad para el público, que puede realizar gestiones desde su casa o su lugar de trabajo sin necesidad de desplazarse a una ventanilla para hacer colas y despachar con un funcionario de humor variable. Además no sé porqué extraña razón, por Internet sí se aceptan los documentos en pdf que te niegan en ventanilla.

Ahora bien, lo cortés no quita lo valiente y, siendo fiel partidario de la modernización de la Administración, creo que no se puede imponer al personal la obligación de utilizar medios electrónicos como única vía de contacto con la Administración.

Nos encontramos en el país con más índice de analfabetismo de la Union Europea y el único del mundo occidental en el que aumentan los iletrados, según el sistema de clasificación del analfabetismo de la UNESCO en función del nivel de conocimientos.

Las estadísticas del censo cifran en más de 800.000 los analfabetos absolutos españoles en 2011. Si añadimos los iletrados funcionales, los que no han leído nunca un libro, los que no saben manejar un ordenador y los que no saben hacer cálculos sencillos con las cuatro reglas, llegamos a más de dos millones y medio.

El Pais publicaba en octubre de 2013 este gráfico resumen del informe PIAAC de la OCDE que califica el nivel de analfabetismo de los adultos españoles mayores de 16 años : Foto

En lo que respecta a la Administración Pública del futuro, todos los países de nuestro entorno están empeñados en un mismo reto y exigencia: configurar una Administración Pública eficaz, equilibrada, austera, y orientada a los ciudadanos.

Por mucho que en España haya mucho que mejorar en los aspectos de eficacia, equilibrio y austeridad, cuando se modernizan los servicios públicos no se puede dejar de considerar el problema de nuestro ancestral nivel de analfabetismo y proporcionar soluciones para los iletrados.

Negar nuestro nivel de ignorancia tecnológico es una hipocresía. Imponer a la totalidad de la población caminos de comunicación con la Administración que están fuera de su capacidad de comprensión es una maldad estúpida, que debería estar castigada con un infierno especial en el más allá.

Mientras tanto, por favor, sean razonables y mantengan los procedimientos burocráticos tradicionales para atender a las personas que no saben, que somos mayoría.

Y puestos a soñar, por favor: además de atención personalizada, que sea amable. La amabilidad contribuye a mejorar la felicidad y a reducir el estreñimiento, ambas cosas están de moda.

 

Tramitando en Castilla-La Mancha, ¡qué placer!

Todavía estoy emocionado: Acabo de hacer unos trámites on-line en la web de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha y me ha funcionado tan bien que no puedo resistirme a escribir un rápido comentario:

tramites JCCM

Por fin, encuentro un servicio informático pensado en los administrados, se agradece el esfuerzo que han hecho sus diseñadores para ser muy didácticos e ir explicando cada trámite a medida que se va realizando. No todos los usuarios tienen la paciencia suficiente para dejar pasar unos minutos sin hacer nada delante del ordenador, esperando a ver si éste responde porque no saben si el trámite sigue su proceso, o a lo peor el ordenador se ha bloqueado.

Tampoco han aparecido los habituales problemas de autenticación y de reconocimiento de certificados de firma por el navegador. Siguiendo con la didáctica de la web, antes de iniciar el proceso de autenticación, el sistema lanza una comprobación para que te puedas orientar en caso de fallos.

Autenticacion

El trámite realizado, el envío de una comunicación, requería rellenar un formulario, adjuntar un fichero y firmar la solicitud. Todo ello está muy bien explicado y además el propio flujo del proceso va imponiendo los pasos a seguir. Esto que parece una perogrullada no es lo que ocurre en la mayoría de las webs oficiales, que parecen la prueba práctica de un examen de oposiciones, por lo que tienes que estudiar para poder usarlas.

Una vez que el trámite se ha realizado, me ha ofrecido la opción de sacar una copia impresa del documento, incluyendo el sello del Registro de Entrada. Un lujo.

Estaba tan emocionado que me he puesto a curiosear sobre las opciones disponibles y me he encontrado con la agradable sorpresa de encontrar en la Ventanilla virtual todos los trámites que se han realizado en los dos últimos años con el NIF de mi certificado de firma, incluso los que no se han hecho telemáticamente, sino presencialmente o por otros representantes.

Ventanilla

Y para mayor pedagogía, la página dispone de su wiki propia que explica todas las funcionalidades.

Wiki-Sic

Lo dicho, un lujo, del que deberían de aprender organismos mucho más peludos, a ver si cunde el ejemplo.

Los servicios “interactivos” del Colegio de Registradores

Últimamente estoy teniendo que visitar mucho la web de los Registradores y no puedo resistirme a escribir algo sobre ella, en mi línea critica, constructivo-militar, por supuesto.

Me aboné a esta página web tan pronto como se ofreció esta posibilidad, creo que por el año 2006, a pesar de ello cada vez que la visito no dejo de sorprenderme y  de perderme, o mejor dicho, desorientarme.

En primer lugar, he de decir que me estoy refiriendo a la página registradores.org que no es la misma que la del Registro Mercantil Central, rmc.es, que también tiene su aquel que contaré en otro momento.

Sin duda, esta página registradores.org ha sido diseñada por un maravilloso programador informático, muy inteligente y probablemente con un gran dominio de la técnica. ¿qué cómo lo sé? fácil, es el típico ejemplo del bosque que no se puede ver por exceso de árboles.

Tengo un gran respeto por todas las profesiones y especialmente por los “oficios”. Sin pretender ofender a nadie, nada ilustra mejor lo que trato de decir que el visitar una casa construida por el mismo albañil que la ha diseñado: seguramente el yeso y los solados serán perfectos, muy probablemente la funcionalidad no lo sea.

En música se sabe de siempre que intérpretes y autores se parecen pero no son lo mismo. Es como pensar que un buen traductor es un buen literato, o que un albañil puede ser un arquitecto. Debería estar prohibido que los programadores diseñaran, páginas web o cualquier otra cosa. No entiendo por qué todo el mundo piensa que un buen programador tiene que ser un buen informático, cuando la realidad es que el pensamiento estructurado necesario para programar está reñido con el pensamiento creativo necesario para diseñar sistemas informáticos.

Y por qué digo esto?, pues muy fácil, la web de los Registradores hace gala de unos menús contextuales de una programación bastante compleja, que lejos de ayudar al usuario, no hacen sino confundirle permanentemente. Esto sólo se le puede ocurrir a alguien que sepa programar y que sea tan desalmado como para ignorar el sufrimiento de los usuarios, o peor aun, sea tan ingenuo que se crea que va a ser reconocido por su capacidad de crear código complejo y no sea consciente de que la principal misión de un servicio interactivo no es otra que la de prestar el servicio con eficacia y comodidad.

A un usuario le importa un pimiento el diseño y menos lo que es un menú contextual, pero su vida será mucho más triste e infeliz cada vez que intente comprender el funcionamiento de la página del Registro. Nunca lo conseguirá: puede pasar dos veces por el mismo sitio y las opciones que antes había, habrán desaparecido, si retrocede, saldrán otras nuevas opciones distintas a las anteriores y si vuelve al menú inicial todo habrá cambiado para mayor despiste general.

Es decir, en esta página se ha dado prioridad a la solución tecnológica, intentando adivinar las intenciones del usuario y proponerle diferentes opciones dependiendo de sus supuestas necesidades y de cómo se ha movido por los menús anteriores. Como idea está bien, pero un usuario profano, o sea la mayoría,   no va directo al grano sino que se mueve de una opción a otra sin entrar en ninguna hasta haber averiguado las funcionalidades disponibles que le muestran los menús. Si el sistema le está cambiando permanentemente las opciones no hace sino despistarle y si además la presentación es aparentemente la misma, se vuelve loco y queda perdido y confuso, porque ahora no sabe cómo llegar al punto por el que pasó hace un minuto.

Yo resuelvo esto llamando al teléfono de asistencia y pidiendo ayuda: siempre me responden muy amablemente y rápidamente el teleoperador me devuelve al buen camino, con la paciencia del que lo hace constantemente y con la sensación de que me he precipitado en llamar porque todo parece ahora más fácil.

Supongo que el día que acabe de orientarme por la página podré confirmar que los servicios “interactivos” del Registro son operativos y buenos, de momento no acabo de creérmelo, incluso tengo mis recelos.

Os dejo, que tengo que seguir en el laberinto intentando presentar telemáticamente unos libros para legalizar…

¿Para qué me sirve el DNI electrónico?

A día de hoy (Marzo 2014): Para casi nada.

Me cuesta vencer mi natural optimismo al responder así, pero es la pura verdad. Tras casi diez años de implantación del DNI electrónico y a pesar de los mensajes propagandistas de la Administración Pública, que cifra en más del 50% de la población española los que disponen de e-DNI, la realidad es que apenas el 1% de los ciudadanos usa los certificados de firma incorporados al DNI.

Con una tasa tan baja de uso, se desarrollan muy pocas aplicaciones informáticas que lo acepten y  lo que es peor: es que su uso es muy poco práctico, pues además de tener un DNI con chip y con el certificado de firma “activado”, hay que recordar  el PIN y obviamente, tener el correspondiente lector bien instalado en el ordenador. Durante un proceso normal de autenticación  y firma, se puede llegar a  responder a seis pantallas de solicitud de identificación e introducir cuatro veces el PIN. Demasiado control para un dispositivo que ya es seguro de por sí.

Es como si el procedimiento de autenticación se hubiera inspirado en la “máquina de impedir” que se practica en los aeropuertos: Siempre que viajo en avión me pregunto sobre la necesidad real de mostrar el pasaporte tres veces como mínimo: al facturar, al pasar el control y en la puerta de embarque.  El proceso se agilizaría si cada mostrador se ocupara de sus trámites y en el último paso se comprobara la identidad. Es lo que pasa con los e-DNI’s, añadido a las particularidades de nuestra Administración y las ganas que tienen todos los organismos en apuntarse tantos.

Empecemos por los dispositivos lectores de DNI,  cuya venta no ha sido suficientemente promocionada ni controlada, de manera que los hay de todos los tipos y precios, sin ninguna garantía de que sirva para el DNI español. La instalación del lector no siempre es fácil y puede no ser compatible con el equipo y el sistema operativo. Un poco más de esfuerzo por la Administración en simplificar el proceso y en facilitar dispositivos de lectura, habría hecho tanto bien al uso del e-DNI como la Ñ en el teclado hizo para que nuestra más popular interjección no se confunda con una figura geométrica.

Sigamos con la fiesta de la confusión. La responsabilidad del uso del DNI electrónico está repartida entre varios organismos, lo que asegura que ninguno de ellos se sienta culpable por el poco uso:

  • La Autoridad de Certificación es el Ministerio del Interior – Dirección General de la Policía
  • Los prestadores de Servicios de Validación son dos:
    • La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre – Real Casa de la Moneda, que presta sus servicios de validación con carácter universal a ciudadanos, empresas y Administraciones Públicas.
    • El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que presta los servicios de validación al conjunto de las Administraciones Públicas.
  • La entidad pública empresarial Red.es es la encargada de fomentar su uso y aplicar las políticas de difusión y promoción.

La Policía se encarga de emitirlo y tiene como máxima preocupación  la identificación policial del ciudadano y el suministro del carnet físico. No siempre el certificado de firma electrónica  que forma parte del e-DNI ha sido activado por la Policía al emitir el plástico lo que obligará a solicitarlo a la FNMT (teóricamente se puede solicitar con el e-DNI desde Internet ¿?), o bien este certificado ha caducado y es necesario renovarlo, también en la FNMT.

Precisamente aquí radica una de las principales razones por las que se usa tan poco este medio de identificación segura: la cantidad de opciones y posibilidades de que el certificado de firma incluido en el DNI no exista, haya caducado o no sea seguro¿? combinado con los medios hardware y software del equipo desde el que se está intentando acceder para actualizarlo o cargarlo por vía telemática, se convierten en una pesadilla de tal calibre que al final, cualquier intento de comprobar si el e-DNI está bien configurado, fuerza a pasar por una comisaría de policía equipada con lectores de DNI. Como todo el mundo sabe, las comisarías de Policía en España se distinguen porque son tan ágiles y tan amables, que están llenas de gente a cualquier hora del día, por el mero placer de estar allí. Vamos, que tiras el DNI “Virtual” a la papelera junto con las ganas de usarlo y te quedas con el plástico y punto.

Junto con el DNI, la Policía entrega el PIN, una combinación de ocho símbolos imposibles de recordar escritos en un papel. Este PIN puede modificarse, pero el procedimiento de hacerlo no es sencillo ni inmediato, en la mayoría de los casos es necesario hacerlo en otro lugar distinto del de emisión, una comisaría de policía que disponga de los medios necesarios, lo cual desanima al orgulloso tenedor del flamante DNI electrónico que, casi con toda seguridad, perderá el papel con el PIN, entre otras razones, porque habrá seguido las instrucciones de destruir el papel y no todos tenemos memoria de elefante ni guardamos claves cuyo uso se antoja lejano.

Hablando de usarlo, pocos organismos oficiales aceptan la identificación de firma electrónica del DNI y, los que lo aceptan, no siempre lo permiten para todos sus trámites.

Según la información oficial, solamente 9 Ministerios,  12 comunidades autónomas, 38 corporaciones locales y 36 bancos y empresas permiten este medio de identificación. Pobre panorama para 30 millones de potenciales usuarios del DNI electrónico.

Supongamos que tenemos activo el certificado, que recordamos nuestro PIN,  que tenemos un lector correctamente instalado, que estamos dispuestos a teclear N veces nuestro PIN e incluso, que en el paroxismo de nuestro afán por usarlo, hayamos encontrado alguna entidad que lo acepte: Todavía nos quedará resolver el último escollo: que nuestro navegador no tenga problemas con las aplicaciones de firma.

No quiero terminar este artículo sin aportar algo de optimismo:

El DNI electrónico es el medio de identificación más seguro que cumple las directivas europeas, es más sencillo de obtener que los certificados CERES de la FNMT y todos deberíamos usarlo y exigir su uso generalizado

Recomiendo a los desarrolladores de aplicaciones web que necesitan identificar a sus usuarios, contribuyan al uso de este medio de identificación, incorporando en sus programas la identificación mediante el e-DNI, utilizando para ello las pasarelas y las API’s disponibles que existen en el mercado, la mayoría de ellas gratuitas y muy seguras.

También me permito recomendar a los organismos implicados que simplifiquen el procedimiento de firma reduciendo el número de veces que se solicita el PIN, la seguridad no se resentirá por ello, aumentará la amabilidad de la aplicación y, consecuentemente, el uso del DNI electrónico.

Estas son las verdaderas acciones de fomento y promoción, todo lo demás son ganas de gastar el dinero público en mandangas.

Más información:

dnielectronico.es

red.es

usatudni.es

Pedaleando por la página web de Tráfico

Continuando con mi revisión de las páginas webs oficiales, hoy hablaré de la “oficina virtual” de la Dirección General de Tráfico del Ministerio del Interior, que con mucho autobombo y platillo también ha creado su Sede Electrónica así como su Dirección Electrónica Vial.

Esta página chimba (de pega) es una pena, porque las gestiones presenciales en Tráfico siempre se han distinguido por ser un modelo de eficiencia y su oficina virtual no está a la altura. Lo primero que sorprende al entrar en esta Sede es la ausencia de la mayoría de los trámites por lo que, tras pulular por las pocas pestañas disponibles acabas comprendiendo que las únicas gestiones que puedes realizar por Internet son las de pagar las multas y las tasas para los trámites que obligatoriamente tendrás que hacer en persona, previa cita obtenida en esta oficina virtual, que es para lo que de verdad sirve: evitar que puedas ir por tu cuenta y sin cita previa a Tráfico: No vayas sin cita, que no te atenderán. (salvo que vayas a pagar multas, que te reciben en cualquier momento y con la alfombra roja puesta en verde).

En cuanto a pagar las tasas, he de decir que tras varios intentos y cambiar dos veces de tarjeta no pude pagarlas porque se rechazaba mi tarjeta, posiblemente porque el titular de la misma no coincidía con la identificación del certificado utilizado para la autenticación. Se  están mezclando churras con merinas, pues no tendría que haber problemas en que una persona (física o jurídica) pague las tasas de otra en su nombre. De hecho presencialmente si es posible.

Una vez que tienes tu cita previa, debes ir a la “Oficina real” y comprobar que la cita previa tampoco te ha servido para no hacer cola, calculo que se citan a 10 personas a la misma hora por cada franja de cinco minutos, de forma que si tienes la cita a partir de media mañana, la cola empieza a ser considerable. Como decía antes, el personal que te atiende presencialmente es muy eficiente y puedes rellenar los impresos allí mismo si no los llevas ya rellenados (la única ventaja que ofrece la página web) sin problemas e incluso se hacen ellos mismos las fotocopias (escaneos) de tus documentos, un lujo que no ofrece Hacienda.

Otra cosa que tampoco entiendo y que empieza a generalizarse es lo de las Direcciones Electrónicas obligatorias para recibir comunicaciones y notificaciones de la Administración: Si Hacienda ya nos ha impuesto la DEH (Dirección Electronica Habilitada) y ya nos estamos acostumbrando a usarla, ¿Por qué ahora Trafico saca la suya propia, la DEV, en lugar de integrarla en Hacienda? Ah, claro, lo olvidaba, que lo de la ventanilla única es incompatible con el reparto de medallas para todos. Mejor hagamos “ventanillas únicas múltiples”.

La confusión que nos ofrece la proliferación de siglas que bautizan a estas direcciones electrónicas, a los diversos mecanismos de acceso y los sistemas de aviso se merecen un artículo aparte. Cabe pensar que a medida que pase el tiempo todo acabará en el mismo sitio.

La Agencia Tributaria y la administración electrónica obligatoria

Parece que en estos tiempos es necesario que todo esté virtualizado y como no podía ser menos, la Administración Publica Española (así como suena, en mayúsculas ya sea estatal, autonómica o local) también quiere presumir de ello.

La realidad es que no es oro todo lo que reluce y que la necesidad y las ganas de apuntarse un tanto hacen que al lado de muy buenas realizaciones haya otras que son una chapuza; no entiendo para qué se han metido en ese jardín, si no hacen más que marear la perdiz.

La Sede Electrónica de la Agencia Tributaria , el organismo gestor de Impuestos de la Hacienda Pública Española, es uno de los mejores casos de implementación de ventanilla electrónica puesta a disposición de los contribuyentes. No en vano llevan muchos años de ventaja y disponen de buenos tecnólogos. Ya jodería!, como diría mi castizo amigo, se trata de recaudar, o sea cobrar y hay que dar facilidades.

Lo cierto es que tan buen ejemplo de oficina virtual no ha hecho sino subirle los humos a Hacienda, que se ha liado la manta a la cabeza y está obligando a todo quisque a pasar por la sede electrónica, quiera o no, tenga ordenador o sea analfabeto digital.

Cuesta creer que  hace unos días Hacienda haya suprimido completamente la presentación tradicional de autoliquidaciones (o sea, en papel “analógico”, el de verdad) y ahora haya que disponer de un certificado de firma electrónica, un DNI electrónico o un “PIN24” y saber “manejar ordenadores” para poder cumplir con las obligaciones fiscales personales. Bien es verdad que hace ya unos años que las empresas están obligadas a utilizar este medio de comunicación con el fisco, pero no es lo mismo hacer pasar por el aro a los particulares. Incluso me pregunto si es constitucional privar a los ciudadanos de su libertad de elegir la forma de presentar declaraciones de impuestos.

Hoy mismo,  hemos usado nuestro certificado digital de terceros para presentar una autoliquidación de IVA de una persona de 95 años que hasta ahora se lo tramitaba todo él mismo sin problemas y que estaba completamente perdido con estos nuevos procedimientos; no podremos explicarle nunca las razones de este desatino.

Lo que no es virtual, sino completamente real, es el caos que en estos momentos se vive en las delegaciones de Hacienda, cuyos funcionarios no dan abasto a intentar explicar cómo se harán los trámites de ahora en adelante. Ni ellos mismos lo saben.

Y no digamos nada del afán de nuestra Administración en fichar a todo el planeta  y forzar a todos y cada uno de los terrícolas para que obtengan un NIE fiscal español. Ahora que hemos batido el récord de visitantes extranjeros, estamos perdiendo una oportunidad para exigirles a 65 millones de turistas que se saquen el NIE al pasar nuestras fronteras y ya si eso, se lo llevan puesto.

Posiblemente, una de las tareas que más me cuesta explicar a mis clientes europeos, es por qué cuando ellos van a hacer negocios a Dinamarca, Suecia, Reino Unido, Francia, etc. en dos horas obtienen el NIE suyo y el de su Sociedad sin más que presentar los documentos habituales de identificación y aquí necesitamos dos meses de trámites, actas, Notarios, traductores_jurados, apostillas_de_la_haya, fotocopias_en_papel_de_las_de_antes y demás mandangas. ¡Viva la marca_España!

Me dejo en el tintero para otro día revisar algunas Sedes electrónicas de la administración autonómica y de la local, fundamentalmente porque no quiero aburriros más: he hablado de la que más mola y ya sabéis mi opinión. Espero que no me represalíen los poderes públicos o me tomen ojeriza. Mejor dejo para otro día contaros la de Tráfico.