Si es así, bienvenido y perdona por la plasta.
Se me ha ocurrido que en vez de castigar a unos pocos con mis e-mails interminables llenos de sentencias incomprensibles, es mucho mejor hacerlo a través del éter para que sólo leas lo imprescindible y te evites soportar el resto.
De paso, amplío a todo el planeta y parte del extranjero la propagación de mis vastos saberes ignorantes.