¿Para qué sirven los alias y los redireccionamientos del correo?

Voy a usar mi caso propio como ejemplo para explicar la utilidad de los alias de correo:

Tengo un nombre un poquito largo, por lo que lo he tenido que abreviar  en mi cuenta de correo, que es: gildo@mo…. (no termino la dirección adrede, para que los rastreadores de direcciones no me abrasen con anuncios de viagra, como digno hijo de mi padre que soy, me caí en la marmita de pequeño y no necesito)

Aún así, no me resisto a utilizar mi precioso nombre “oficial” con el que homenajeo a mi abuelo, por lo que he creado un alias a mi cuenta que se llama hermenegildo@….s,  ésta cuenta no existe, cuando alguien me envía un correo a esa dirección, automáticamente llega a mi única cuenta sin que tenga que hacer nada.

Puedo tener tantos alias como quiera, por ejemplo elcalvopeludo@… o elfutbolmelasuda@… la única condición de los alias es que el nombre del dominio (lo que hay a la derecha del símbolo arroba) tiene que ser siempre el mismo, es decir: gildo@laperdiz.es no puede tener como alias hermenegildo@lacodorniz.es

Es fantástico, tengo varias cuentas  y manejo una sola, eso sí, como la cuenta hermenegildo@… no existe, no puedo enviar correos desde esa dirección, sólo puedo hacerlo desde la cuenta “de guerra”: gildo@…

Si excepcionalmente quisiera enviar correos desde una de esas cuentas, o tuviera que hacer “alias” de dominios diferentes, tengo otra opción que es el redireccionamiento:

Por mi trabajo tengo que atender muchas cuentas de correo impersonales del tipo de business@thepertrix… o negocios@lacodorniz… o affaires@macareaux…, casi un centenar. Me volvería loco si tuviera que estar abriendo todas y cada una de esas cuentas para ver si pasa algo, por otra parte, la mayoría de esas cuentas casi nunca reciben correo. (mejor me iría si estuvieran al rojo, aunque no tendría tiempo de escribir estos artículos, lástima…)

Solución: Se crean las cuentas correspondientes y se valora si es necesario asignarle un espacio para guardar correos (un buzón) o basta con reenviar el correo. Ambos casos son redireccionamientos, con o sin buzón.

El redireccionamiento sin buzón, equivale a hacer “alias” entre dominios distintos. Una cuenta de correo A reenvía automáticamente todo el correo recibido a otra cuenta B de otro dominio. Al no haber buzón en A, los correos NO se guardan en A, pero sí en B. Esta opción NO permite enviar correos desde A.

El redireccionamiento con buzón, se utiliza para que una cuenta de correo A reenvíe automáticamente todo el correo recibido a otra cuenta B del mismo u otro dominio y al mismo tiempo el correo se guarde en el buzón A y en el B. Esta opción SI permite enviar correos desde A y/o desde B, dependiendo de nuestro interés en responder con uno u otro nombre.

El resultado final es que todos los correos recibidos por muy diferentes caminos acaban en una única cuenta que sirve para gestionar la bandeja de entrada y despachar correo. Algunos de esos correos quedan también almacenados en diferentes buzones, dependiendo de su origen. Algunas de las respuestas se hacen desde ese buzón original y otras no, todo según convenga.

Todo lo que he dicho es obvio y de perogrullo, cualquier nativo digital ha nacido con ello y se adapta sobre la marcha, para todos los demás, gestionar bien el correo no deja de ser una pesadilla que requiere una profunda meditación. Hagámoslo pues, hermanos…

NOTA PRÁCTICA:

Tú mismo puedes definir tus alias y redireccionamientos desde el panel de control del servidor de correo. ver punto de acceso 2 del artículo anterior. Practica con ello

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